Esta Casa Bar, situada en el muelle de Porcillan, sustituyó al de Ramón de Corada, aunque con otra tecnica culinaria de menor entidad. Atendida por sus propietarios Virtudes y Ricardo “El Pirro”, disponían de este Bar para seguir las tradiciones ribereñas de cocinar los sabrosos platos de pescados y mariscos, de cuyos ricos productos hacian fácil acopio, dada la proximidad del hermoso lugar de Porcillan a donde todos los dias y a todas horas arribaban los pescadores con envidiables piezas cuya presencia hacia relamerse al más estoico comensal.
La variedad de platos era muy importante: Exquisitos calamares fritos, rodaballo en las diversas exigencias culinarias y con salsas que se chupaban los dedos, las calderetas de bispo, angula, lamprea a la marinera, los añorados y llorados percebes, centollos y necoras, el camarón... En fin, de todo...
Los proveedores eramos los mismos pescadores y la cocino Galaico-Asturiana primorosamente puesta en practica por Virtudes, era el gran señuelo de atraccion para la mas variada y distinguida clientela, saliendo todos contentos y el “paudullo” bien repleto por pco dinero y con la satisfaccion de slir a un escote ajustado a la en general escasa economia de cada comensal.
A nosotros nos era facil capturar las variadas especies que alli se consumian; sin salir mas alla del Faro o del Langosteiro, ya traiamos unos buenso centollos o un buen cesto de percebes para nuestra merienda, que, con la destreza de Virtudes se nos hacia deliciosa. Al escasear el pan blanco (pues eran tiempos de la posguerra y de hambre) algun invitado amigo no pescador pagaba la cuenta, asi como las consumiciones el Raxao; Bernardo ponia el pan que traia de su casa a escondidas y debajo de la chaqueta. Otros como Pedro de Cienfuegos ponia los sobrosos y bien curados chorizos. Tras degustar la sabrosa merienda acompañada de unos cantorreos, el coro compuesto de voces desacopladas.
Pero se pasaba bien, a pesar de las muchas necesidades. Bromeabamos entre todos, sobre todo Ramos que era el más viejo, con sus simpaticas ocurrencias, contandonos anecdotas y chascarrillos; casi nunca comia nada, solo tomaba un cafe del que decia que era agua de castañas para molestar a Virtudes, la que todo se lo tomaba a broma. Ramos después de tomar su cafe se metia con algun contertulio, llamandonos enchedoiros, a lo que Raxao con su salero de costumbre contestaba:
-¡Facemos ben, nada che importa, e con o noso!
-¡Xa veremos quen paga!-añadia Ramos.
-¡A ti naide che vai perdir nada, vaite ao carallo! -contestaba con su peculiar buen humor el Raxao. Se entablaba un simpatico dialogo y Pedro decia: Pasalle a conta a Nalda. Pepe da Santa opinaba y preguntaba:
-¡Cando facemos outra? Y la mayoria contestaba: ¡Por min xa maña!
El viejo Ramos llamaba a Virtudes para decirle: ¡A ver, matalles o cocho a estos que estan mortos de fame e comen a dios..
Otros clientes visitaban el restaurante de “media tixeira”, venian de calle arriba para tomar platos y tapas cocinadas, la especialidad: los calamares fritos y el pulpo a la asturiana, vinos de Cariñena que algunso decian que eran de Gregorio.
Nito Sarmiento decía como buen catador:¡ pues no está mal, no... Tiene buen gusto.
Pepe da Santa opinaba con una sonrisa: ¡Carretase muita agua da fonte, nun sei, nun sei!
El Tili decia: tendra mucha agua pero a mi echame otro vasito.
Antoñito do Tarpeiro -como socio del Pirro en las pesquerias- se reia a mandibula batiente y le decia a su socio:¡Nun te enchas tanto, Pirro, que temos que ir as andaricas de noite!
Al rato llega Maria Coque, madre de Ricardo; la señora se ocupaba de algunas cosas como dar de comer a los pollos y patos que merodeaban por las inmediaciones del Bar, pues de la costumbre de ver a la gente estaban como amaestrados; la viaja tambien acarreaba agua de la fuente de Porcillan, ya que no disponian de este servicio y habia que acarrearla en garrafas. Era ayudada por su nieto Carlos Angel. Ramos cuando pasaban la abuela y el nieto a su lado, oyo como aquella le decía al pequeño: ¡Carlos Angele! Vai o chabolo catar o tapon, que se me esquenceo...
Cambiando de tema es significativo el anotar que en época de angula Jose Manuel de Abres venía a ofrecer ésta y algunas lampreas que no vendia en el mercado. No existian las neveras para su conservación así que habia que cocinar rapidamente, lo que hacia Virtudes con mucho oficio; era una buena fogonera en su cocina. Preparaba la raya a la asturiana muy bien y decia Ramos: ¡Tedes bon dente, habedes de reventar por enchedoiros!
Y asi a grandes rasgos era este Bar de “media tixeira” con sabrosisimos platos y clientes marineros con mucho apetito y ganas de bromear.
La Comarca del Eo 1988
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