domingo, 3 de octubre de 2010

Y MAS DE COCOS

Amparo Arias nos contaba sobre nuestros Cocos que se guardaban en la Capilla de la Atalaya bajo el cuidado de Crucita.
De alli salían a bailar por todas las calles de Ribadeo

 
Recordados por su amigo, Xustin.


"
Nas festas, "OS COCOS" e mais "OS CABEZUDOS" van polas rúas da vila, co boureo dos nenos, bailando o son da gaita e do tamboril..."
¡Ahi vienen "LOS COCOS"! exclaman niño y mayores pregonando el jubiloso acontecimiento. Los barrios se llenan de curiosidad del vecindario que acoge con profundo entusiasmo la presencia de los gigantones bailarines.
Como ya se oye el ruido de las fiestas de este año 1.987, merecen un recuerdo y esperar la nota festiva de su espectacular recorrido por las calles para recogerse en la Capilla de la Atalaya, pasando las cabezas a los domicilios de sus cuidadores. A veces se cuestionaba la salida de "LOS COCOS" ante la posibilidad de una inoportuna lluvia, pero se alejaban las nubes porque los niños pedían a gritos la llegada del Sol.
Durante muchos años, las cabezas de el "COCO" y de la "COCA" se guardaron en la casa de D. Jesusín Pico, que los cuidaba con paternal solicitud concediéndoles los honores de la Sala. Las colocaba sobre dos consolas isabelinas con meseta de mármol y las cubría ocn unas pañoletas de terciopelo rojo; todos los sábados la sirvienta Balbina, con muchisimo cuidado les sacudía el polvo con un plumero.
"LOS COCOS" parecen muñecos de cartón, pero tienen auténtia vida bajo su apriencia guiñolesca.
Algunos vecinos dicen que son eternos. ¡Exageran a lo grande! otros opinan que son inmortales, ¡Es posible! Se admite el que tienen que morir y que habra que erigirles un panteón, pues merecen ser sepultados como los griegos de la antigüedad enterraban las estatuasde sus dioses.
Su origen es antiquisimo aunque su actual materialización date de los dos últimos siglos en que aceptron una indumentaria muy seria, sin capirotes ni colorines estridentes que de forma burlesca llevan los gigantones de otras ciudades.
Tienen sabiduria innata y profunda preparación. Resuelven enigmas, descifran parábolas, interpretan sueños y son magníficos conversadores. Su misión es difundir la Alegria aunque la tristeza torture sus corazones. Se dá en ellos una transcendental particularidad: jamás fueron invocados por las padres ribadenses para asustar a los niños. Esos Cocos del miedo infantil, son otros Cocos.
Leen con frecuencia la Biblia, especialmente sus pasajes bellisimos como el del Sermón de la Montaña; concoen los Diálogos de Platón; la Filosofía de Hegel; el genio de Quevedo; los relatos de Vallé Inclán y el cautivador canto a Galicia de Rosalía y Castelao. Están informados de las modernas corrientes de pensamiento, y estos días se deleitan con la obra "Xa vai o Grifón no vento" de Alfredo Conde, que ha merecido el Premio Nacional de Literatura.
Tienen parentesco con hadas y fantasmas, con las Meigas, al igual que otras respetables familias gallegas, como con su magistral fantasia asegura el inefable Alvaro Cunqueiro.
Podían haber sido cortesanos de los Duques de Lorena, personajes palatinos de un Cardenal del Renacimiento o por lo menos Gigantones de una ciudad con Catedral. Sin embargo eligieron Galicia y de Galicia, Ribadeo.

La Comarca 16 de agosto de 1.987

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