domingo, 3 de octubre de 2010

PENOUCOS Y SU PASEO

X JUSTIN NAVARRET
 
Era raro que nuestro protagonista, después de comer y de recoger sus cacharros no iniciase su cotidiano paseo.El trayecto no era largo pero si agradable e incluso le servía de relax... Los continuos encuentros con gente que iban y venían en su trayecto habitual, daban lugar a situaciones de diversos matices y las conversaciones fluían sin cesar, siendo lo que se refería a la guerra civil lo que más saliva gastaba.  Penoucos interesado por todo, pasaba largos ratos relatando los acontecimientos a sus contertulios y -¡cómo no!-opinando sobre lo acontecido en el Ebro, en la Espina o mentalmente visitando todos los frentes d e batalla..Decía Penoucos que la guerra “¡Nun hay quen la pare!” e fai como as mareas: si teñen que encher, enchen, ou -como dice a Fandolia- encender está encendida; o malo é apagala.Sigue Penoucos su paseo y encuentra un paseante que por sus andaduras por el mundo y por su oratoria, era tema del día y obligado el gastar lápiz. Se trataba de Pepe o Américano:-¡E logo, sale o palio?..¡Que hay Américo! ¿Xa ves do Faro?
-¡Non! Nun cheguei.-Escoita Penoucos. ¡Nun sabes que o Zoco roubaronlle mais dun cento de repolos da terra? Hay un pouco que mo dixo Juan do Cargadeiro e Calixto que viñan dos vermes para o muxel. Bueno, todo seña por a Patria, como eles dicen. Calixto decía que el hambre obliga a la gente a robar o a lo que se tercie. Juan opinaba que é pena nun saber quen foi para darlles uns buenos estacazos...-Bueno-dice el Americano. Vou hasta a Vila, e tú sigue a túa ruta como sempre.
Penoucos prosigue su paseo y se reúne con los que seguían comentando lo de la repollada.
-¡Xa mo dixo o Americano, Cefe. Nun che deixaron nin para un conexo! ¡Tes razón tú! ¡Mira para quen traballa un, para o demo!La conversación continua y Penoucos pregunta a Calixto por Lourenzo.-Esta mal-dice Calixto. El día del Santo fue invitado a una comilona y parece ser que le dio una congestión.Penoucos dice que “eso pasalles os enchedoiros. Fai como Ricardito; si nun se enche de caldo e cocho, nun lle vai ben”
-Si- añade Calixto. Hoy papou a carne do caldo e un chourizo da grasa; a Sabina embúteo ¿Come meu fillo, come Que comes do teu. Eu decialle que comer con exceso nunca fue bueno para tales comedores. Te aseguro Penoucos, que lo de Lorenzo e poñerlle en peligro a sua vida eteñen que recapacitar e ir deixando de comer cocho, si nun quer morrer.
Penoucos continuaba la conversación con Calixto, al que le preguntó:
-Bueno Calixto. E qué ¿Hay muxeles? Merdiña levaba ayer un bon saco deles.
-¡Hombre, claro! Vai as postas que outros engadamos.
-Pois tirailo un día o mar.
-No haces nada, Penoucos. Lo tiras un día y al otro lo tienes de nuevo allí. ¡No hay quién pueda con él!
 la tarde caía el sol se va escondiendo tras el Mondigo, la reunión termina. Calixto atravesando tierras y valados para llegar a la Estación y Juan que acompaña a Penoucos le dice al Zoco:-Ellos labran y ustedes recogen. Vamos Juan, que e tarde.  
Siguen el camino y ya en casa d e Paquita de Cabo Gataa, ésta les da otra noticia:
-No sabeis que la noche pasada nos entraron en la huerta y nos robaron un leiro de hermosos guisantes, cuatro gallinas y el mejor gallo, ya que era el único que teniamos? Pero- como dijo mi marido-¡Gracias que aún nos dejaron algunas aves! La gente se muere de hambre y tienen que robar o lo que sea. Ayer paso por aquí Juanito y me contó lo del “JOSE LUIS DIEZ” que burló a la flota en el Estrecho de Gibraltar y aprovechando la oscuridad de la noche pasó entre los buques de guerra franquistass sin que estos se enteraran. Como los agarren van a llevar para peras.
-¡Ya lo creo-dice Paquita. También Radio Pirenáica dijo esta noche que los franquistas iban perdiendo terreno. 
-¡Dios te oiga, Paquita! A ver si caen nunha trapela-añade Penoucos. Bueno, voume, que ven ahi a noite e inda teño que ir ver ao Raxao. Hasta maña, y esperemos que haya buenas noticias.
Penoucos regresa al Puerto. En el camino aún t iene dos o tres consultas. La primera Nalda o Raxao:
-¿De donde ves, carajo?- le dice Penoucos.
-De tomar o fresco do Molín do Vento. ¿Oiche? Hoy cortouse o leite.
Debes ter a vaca mala – le dice Penoucos.
¡Deso nada! O que foi e que a tarteira de fervelo nun taría ben limpia!
-¡Vai a merda! ¡Xa sabes que por eso nun foi! ¡E a vaca a que tes para mandar o matadeiro de Noreña-contesta enfadado Penoucos.ya en Guimarán lo para Julián de la Perijilera:
-¡Hombre,como estas!
-Eu ben ¿Y tú? ¿Xa viñeche da Pontenova?
-Si, Bajamos a las cuatro sin novedad.
-Inda tes a burra en Guimarán. Vai por ella, sino a Gallega vai matarte.
-¡Si, si, vou por ella hora mismo, nun vaya el Colador decir que lle espeto a horta. Que vaya al carajo.
-Xa cenaches, extremeño?
-¡Si! La judia Gallega me frió unos huevos y con un plato de caldo, y -hala- al carajo. 
Al bajar otro cliente: Calellón. 
-¿Nun t es choyo, Calellón? Vexote preparar a caña do robalo. Cando poidas hasme facer seis desas pras motoras.
-Bueno. Xa chas farei.

Y por último las Faroleras.
-¡Que ben ole ó café; mellor sabra. Votalle caña para enfrialo! 
Penoucos llega a su casa en donde no le falta algún quehacer. 
-A ver Peraldillo ¿Que qués para cenar?
-Frite patacas cunhos chourzos. Tes ahi a Ricardito que ha de cenar algo. ¡Que vaya para Santa Cruz que lle faga a cena doña Maria...
-¡Cala, cala! .dice a Sabina. A comer y a cenar a casa de su mdre!
-¡Cale, señora, cale. Sempre mete a pata.
Un día más para el bueno de Penoucos y así poder a las nueve de la noche oir la Pirenaica y así poder estar al día en la política. 

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